Los retos de la logística nacional en los próximos cinco años son especialmente atractivos y atraerán diferentes inversiones y conocimientos especializados en este sector. Algunas de las revistas más influyentes del sector han realizado encuestas para clasificar las tendencias previsibles en la actualidad, veamos cuáles son.

En primer lugar, el crecimiento del comercio electrónico dará lugar a una demanda muy elevada de entregas a particulares y servicios conexos. Los grandes minoristas electrónicos se han organizado con taquillas ampliamente distribuidas para superar la necesidad de servir grandes cantidades de entregas al mismo tiempo, pero esta tendencia no crecerá indefinidamente. En Italia asistimos a la extensión desde hace algunos años y el acercamiento a los principales mercados europeos está a punto de completarse.

El segundo aspecto es la sostenibilidad medioambiental del sector: está en el punto de mira desde que las furgonetas de reparto empezaron a generalizarse tanto en las ciudades como en los pueblos. Algunas grandes empresas han probado el reparto sin emisiones de carbono con bicicletas, triciclos de pedales y, recientemente, vehículos eléctricos, pero todas estas soluciones están aún lejos de tener un impacto concreto en el mundo del reparto. Los transportistas que consigan organizarse antes que los demás para lograr una solución sostenible en las grandes flotas tendrán una ventaja competitiva sobre sus competidores.

En tercer lugar, hay que tener en cuenta la competencia en los costes de entrega, no sólo en los envíos nacionales, sino especialmente en los internacionales. Los aspirantes sufrieron un revés con el Brexit y las leyes nacionales que redujeron el proceso de integración de los mercados europeos, pero la reanudación del crecimiento es inevitable. El reto será especialmente evidente no sólo en las entregas en sentido estricto, sino en los servicios relacionados, las interacciones de los clientes con los servicios de mensajería serán cada vez más profundas y el inventario se reducirá gracias a la informatización frontal de los procesos.

Los costes laborales siguen siendo un problema crucial, como lo han sido desde hace algunos años. El coste del combustible y los problemas relacionados con la guerra en Ucrania han vuelto a llamar la atención sobre los costes inevitables de los mensajeros: personal y combustible. Los derechos de los conductores sufren las consecuencias de la búsqueda de una mayor productividad, la amplia informatización en este campo ha trastocado algunos de los paradigmas válidos hasta hace unos años.

El avance tecnológico en el sentido de difusión de las innovaciones a todos los actores principales será la guía que conducirá a un aumento de la calidad de los servicios. La automatización de los grandes centros de clasificación, la adopción de programas informáticos de inteligencia artificial para la gestión de la criticidad, la necesidad de una mayor seguridad a lo largo de la cadena de valor y la generalización de la tecnología vestible (wearable devices) para los conductores supondrán un gasto importante y una reconfiguración radical de las estrategias.

Obviamente, parte del reto dependerá de la regulación del sector y de cuántos servicios diseñados por start-ups se adopten, son imposibles de predecir pero el impacto podría ser significativo.

En este contexto de profundos cambios, un paradigma fundamental que ha transformado el sector en los últimos años permanecerá inalterado: los almacenes de logística de terceros (3PL) seguirán desarrollándose dictados por su capacidad para satisfacer las necesidades de las empresas. Creados hace unas dos décadas como espacios habilitados como almacenes y simplemente alquilados a clientes externos, han evolucionado con el tiempo prestando una serie de servicios adicionales que los han hecho insustituibles. El componente tecnológico ha calado hondo y ha permitido al sector crecer como socio de empresas de fabricación y distribución. Arcadia Express cuenta con una considerable experiencia en este campo en diversos sectores y, gracias a su ubicación geográfica, tiene la capacidad de apoyar a sus clientes en sus retos diarios. Externalizar el almacenamiento significa poder dedicarse a la actividad que realmente crea valor en las empresas, sin tener que ocuparse de problemas como los periodos punta, el mantenimiento de las existencias y la carga y descarga.
Lo que ha quedado claro en los últimos años es que cualquier acontecimiento, incluso el impensable, puede cambiar radicalmente la competitividad de las empresas, y estar preparado significa tener estrategias planificadas que no sólo sean buenas para contener los costes a corto plazo, sino sobre todo a largo plazo. Para evaluar detenidamente sus opciones de gestión de almacenes, póngase en contacto con nosotros, estaremos encantados de asesorarle gratuitamente y proponerle la mejor solución para su realidad.

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